Sabemos que el inicio de un
cuento debe generar desde la primera línea la curiosidad del lector. En este
caso no se trata del mejor de los inicios; pero sin duda tampoco es deficiente.
Genera relativa curiosidad por conocer la procedencia de la insignia de plata y
los incomprensibles signos que la acompañan. No obstante Ribeyro posee otros
inicios mucho mejor logrados como es el caso de "Los Gallinazos sin
plumas".
La segunda parte del cuento sin
duda genera un poco más de expectativa; pero no termina aún por atrapar del
todo al lector.
Ribeyro en entrevista concedida a
Tomás Escajadillo (1994), al hablar del cuento La insignia, nos dice:
"Tiene algo de Kafka, pero adaptado a la neblina de Lima". No
obstante el autor le pone ciertos nombres a sus personajes (no al protagonista
que podríamos intuir es el mismo Ribeyro como narrador).
¿Por qué La Insignia es el cuento
más popular de Ribeyro y el que, seguramente, más veces se ha publicado en
distintas antologías? Quizás porqué a diferencia de la gran mayoría de
narraciones del autor –personajes marginados o marginales-, no se trata de un
cuento pesimista. Al contrario, el protagonista accede, casi sin darse cuenta,
a un tipo de vida y condición que muchos ya desearían y, uno como lector tiende
a identificarse con un ganador así.
El cuento está escrito en primera
persona, lo que hace mucho más cercano y creíble, a ojos del lector, lo que se
narra.
En cuanto al lenguaje el estilo
de Ribeyro, tanto en este cuento como en la mayor parte de su producción, es
sencillo y directo; lo cual es una de sus mayores virtudes. Otra virtud por
excelencia es la del argumento; Ribeyro se preocupa mucho porque la trama
funcione, trama además que muchas veces raya con la anécdota.
La obra teatral fue realizada
para transformar un texto literario en una obra teatral, mediante la creación
de un libreto grupal a partir de la obra leída aplicando la técnica de la
paráfrasis verbal y obteniendo como resultado la representación teatral
teniendo en cuenta una buena dicción, es decir pronunciar las palabras, cada
término de manera clara, realizar la acentuación correctamente y utilizar las
pausas apropiadas dentro de cada oración. Para tener una dicción excelente es
necesario pronunciar correctamente, acentuar con elegancia, frasear respetando
las pausas y matizar los sonidos musicales.
Todo esto fue posible gracias un
largo proceso para coordinar y revisar los guiones de cada personaje, el
contenido de cada uno y prácticas previas a la representación teatral.
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